domingo, 27 de mayo de 2012

20.04 La lucha por la sobrevivencia

Sesión 22
Textos revisados: Thorstein Veblen, Teoría de la clase ociosa, XIV y Charles Darwin, El origen de las especies, III y IV.

Bitácora versión de Valeria Molina

La sesión comenzó con la exposición del último punto que toca Veblen en su libro Teoría de la clase ociosa referente a la influencia de la clase económica superior en la vida del conocimiento y el saber. Algunas de las observaciones que revelan el origen devoto de dicha proyección son los grandes e incómodos vestuarios que los sacerdotes, representantes de la élite suprema mediadora entre la humanidad y los seres sobrenaturales, debían usar para, de esta forma, poder distinguirse; así como la ostentación de los lugares donde las ceremonias de los rituales se llevaban a cabo. La actividad sacerdotal cae dentro de la categoría del ocio ostensible; las clases eruditas de las comunidades primitivas son meticulosas en lo concerniente a formas, precedentes, gradaciones de rango, ritual, vestiduras ceremoniales y artículos accesorios del saber en general. Vimos, a manera de ejemplo, que el ocio dominical contribuye, hoy en día, a la grandeza del Señor; también se mencionó lo curioso que resulta que esté prohibido realizar trabajos manuales en los recintos sagrados.

Por otra parte, finalizamos el tema al hablar del paralelo entre el desarrollo de la industria y de la ciencia: los hábitos mentales que derivan de la vida industrial moderna encuentran expresión a través de un conjunto de conocimientos de orden científico, lo cual, inevitablemente, ha resultado en un menosprecio de las actividades y enseñanzas humanísticas por ser consideradas de poca utilidad. Sin embargo, el autor rescata este ámbito educativo al mostrarlo como estudio de orden decorativo, esto es, se presume una erudición sólida ahí donde el conocimiento de los clásicos y las humanidades ha tenido el tiempo de consolidarse; se atribuye entonces importancia al derroche ostensible como accesorio de toda formación que da a quien la posee buena reputación.

La sesión continuó con la tesis evolutiva de Charles Darwin. Se habló del contexto en el que la obra de este autor había aparecido por primera vez, de los cambios tan fuertes de paradigma que había conllevado dicha teoría. El pensamiento darwiniano infiere que las especies no son creaciones divinas, en particular, que el ser humano no fue hecho a semejanza de Dios y que, además, existe un único ancestro del que derivan todos los animales.

Charles Darwin (1809-1882)
La selección natural se entiende como las variaciones entre individuos que tienden a la conservación de los mismos; las modificaciones son heredadas por la descendencia y responden siempre a una mayor posibilidad de sobrevivir. La lucha por la existencia es la inevitable disputa que resulta de la rápida progresión con la que aumentan todos los seres orgánicos: nacen más individuos de los que pueden sobrevivir, tiene que haber en cada caso una lucha por la existencia, ya sea entre organismos de la misma especie o especies distintas. Si se disminuye cualquier obstáculo, si se mitiga la destrucción aunque sea un poco, el número de individuos de la especie crecerá casi instantáneamente en cantidad cada vez mayor. El alimento y el clima señalan el límite extremo al que cada especie puede llegar; pero, con frecuencia, lo que determina el promedio numérico de una especie no es el obtener alimento, sino el servir de presa a otros animales. La lucha será casi siempre más severa entre los seres de la misma especie, pues frecuentan las mismas regiones, necesitan de la misma comida y están expuestos a idénticos peligros.

En la lucha de la vida, se explicó, hay una tendencia constante en los descendientes perfeccionados de una especie cualquiera a suplantar y exterminar en cada generación a sus precursores y a su tronco primitivo. La selección natural está buscando cada día, cada hora, por todo el mundo, las más ligeras variaciones; rechazando las que son malas; conservando y sumando las que son buenas, trabajando por el perfeccionamiento de cada ser viviente.



[Añadido 28.05.12]

Versión de Anaid Mora

En esta sesión número 22 del semestre analizamos el capítulo XIV de la Teoría de la clase ociosa de Thorstein Veblen y los capítulos III y IV de El origen de las especies de Charles Darwin. Primero el profesor expuso el punto tres de la clase del 18 de Abril, a propósito del uso adecuado de lenguaje como consecuencia de la creación de la clase ociosa. Este uso adecuado se puede notar en tres características:
- La «correcta» dicción.
- Utilización de un lenguaje desusado (como las expresiones en latín y griego).
- Aprendizaje de las reglas de ortografía.

En clase el profesor desarrolló tres puntos en clase:

1) Contexto de la discusión acerca de Darwin
2) Fundamentar que las especies no fueron creadas
3) Principio de la selección natural

Contexto de la discusión acerca de Darwin

Freud habla de tres heridas de la especie humana a su narcisismo y a su “sentirse especiales”:
1. Copérnico. Quien sostiene que es el sol el centro del universo y la Tierra la que gira a su alrededor, tirando así la teoría de que era la Tierra el centro del universo y el sol el que giraba en torno a ella. El hombre no es, pues, el ombligo del universo.
2. Darwin. Publica El origen de las especies donde dice que somos producto de la evolución.
3. Freud.  Dice que no es la razón la que guía nuestros actos, sino el inconsciente.
Nosotros, en clase, nos concentramos en la segunda herida, que no hay que confundir con el llamado “darwinismo social” que busca, por ejemplo, justificar la “eugenesia”.

Las especies no fueron creadas

Darwin intenta argumentar en contra de la creencia tradicional de que los animales fueron creados por un ser supremo. Los animales actuales han evolucionado con el paso del tiempo. Pero el hecho de que el hombre interfiera y seleccione inconscientemente a ciertas especies y las domestique, tiene como resultado “monstruosidades”, pues esas especies no se darían en un «hábitat natural». Lo que observamos es que los animales domésticos presentan variaciones individuales. Dichas variaciones se van conservando a conveniencia del humano. De la misma manera la naturaleza elige las variaciones individuales que sobrevivirán y se reproducirán poniendo las variaciones a prueba al tener que adaptarse al medio.
La especie en su ser es uno y el mismo desde el origen y con el paso del tiempo va presentando variaciones que están todo el tiempo en relación directa con el medio ambiente y otras especies.

Principio de selección natural

Selección natural como dispositivo de las especies para sobrevivir. Las variaciones útiles se conservarán y los individuos «mejorados» sobrevivirán. Si no desarrollan esas variaciones útiles tendrán menores posibilidades de sobrevivir. En todas las variaciones existe la progresión geométrica, es decir, que se reproducen exponencialmente. Entonces, ¿por qué la tierra no está poblada de todas las especies posibles? Esta progresión se encuentra con tres obstáculos:

1. Primer obstáculo: Competición entre la especie.
2. Segundo obstáculo: Competición con otras especies y enemigos comunes.
3. Tercer obstáculo: El clima.

Bajo todos estos obstáculos, entonces, ¿cómo consigue la especie su sobrevivencia?
Tiene que hacer cambios favorables, la progresión tiene que ser en beneficio de sí mismo, o sea, en beneficio de su sobrevivencia.

La selección natural se desarrolla bajo dos factores:

- El tiempo.
- Aspecto espacial. Entre mayor es el territorio, más será la lucha de sobrevivencia y habrá más variedad de especies. También funciona a la inversa.

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