domingo, 27 de mayo de 2012

16.03 La cultura sub specie ludi

Sesión 14
Texto revisado: J. Huizinga, Homo ludens, XI-XII

Bitácora versión de Anaid Mora

En la sesión de preguntas se plantearon las siguientes:

¿Qué es la diagogué? Es la virtud de saber pasar el ocio de una forma útil y adecuada para la cultura. Entendiendo la virtud en un punto medio entre el intratable –que no sabe pasar el ocio– y el payaso –que no controla la forma de pasar el tiempo y cae al extremo de convertirse en el bufón–.

¿Cómo consideramos que un juego es serio? Lo serio es lo útil con base en la cultura. Es decir, es serio mientras sea útil para la sociedad.

¿Lo útil es forzosamente material? No, puede haber cosas útiles y que no son materiales. Por ejemplo, el conocimiento es útil, pero no es material.

¿Los juegos infantiles son pueriles? Por la seriedad no, el juego infantil no es pueril.

¿Cuál es la diferencia entre juego y jugar? El juego es la acción o el hecho de tener reglas, tiempo y demás características lúdicas, mientras que jugar es la actitud con la que haces ese hecho.

En clase el profesor desarrolló tres puntos:

1) La historia de la cultura según Huizinga
2) Desarrollo de las formas de juego a través de la historia
3) En qué medida se puede decir que la cultura contemporánea se juega

Historia de la cultura según Huizinga

La creación a fines del siglo XIX de una disciplina cuyo objeto de estudio fue la historia de la cultura planteó un gran problema: ¿es posible una historia de la cultura en conjunto, es decir, un cuerpo de conocimientos que dé cuenta de toda forma cultural?

Para crear la historia de la cultura se tiene que estudiar de todo. Así pues, un historiador de la cultura es especialista en la imagen de toda una época. Un historiador de la cultura se encarga de pintar toda una época en sus múltiples manifestaciones y encontrarle un sentido.

Para un historiador de la cultura no tiene sentido partir la cultura en periodos porque esto causaría una mala comprensión de la época, esto debido a la existencia de manifestaciones culturales variadas. Pero la división de periodos sí tiene utilidad, ya que sirve para ubicarnos en la historia.

Es por eso que las divisiones históricas sirven únicamente como imágenes para analizar sincrónicamente una época de la humanidad.

Esta vez, Huizinga analiza la historia diacrónicamente, o sea, a través del tiempo y con esto defiende su teoría de que el juego es la base de la cultura. El punto es averiguar si está teoría puede ser aplicada en todas las culturas. Por tal motivo analiza las culturas a partir de la clave lúdica por medio de generalizaciones.

Las culturas sub specie ludi

I. Griegos

El pueblo griego ha sido uno de los más “juguetones”:
Inventaron las olimpiadas (ágones)
Tenían competiciones guerreras
Creadores de las representaciones teatrales, pero estas surgen en forma de competición.

II. Imperio Romano

La exaltación del César cuando regresa de una victoria guerrera tiene modo lúdico porque celebran un triunfo, celebrado con un desfile por toda la ciudad y el ganador recibe las vestimentas de Júpiter sobre un escenario. “Mira a tu alrededor, eres humano” (respice post te, hominem te memento! Memento mori!) le decía el esclavo que lo acompañaba. Todo esto corresponde a elementos lúdicos–. Cuando el juego es viciado, empieza la decadencia de dicha cultura. Esto pasa cuando pasan de ser creadores culturales a repetidores culturales. El famoso “pan y circo” (panem et circenses) tenía como propósito el entretenimiento, pero esto cae en un juego infantil que, por lo tanto, es inútil a la cultura. En los griegos este “pan y circo” era la tragedia y tenía una función religiosa. Pero en el Imperio romano, cambia el enfoque.

III. Edad Media

La caballería y los torneos son las formas lúdicas que hacen destacar a los miembros de ambas formas dándoles honor, sobre todo a los vencedores en los torneos y a los más valientes hombres en las caballerías.

IV. Renacimiento

El arte se convierte en lo más serio. Mucho más que en cualquier otra época.
Artistas juegan con las formas heredadas de la representación.
Se crean los clubes de conocimiento a puerta cerrada.

V. Siglo XVII

En esta época predomina el barroco, que es la exageración de todas las formas. Esta exageración se mostraba en la moda y en el uso de pelucas.

VI. Siglo XVIII

Nacen los clubes de coleccionistas.
Empieza una idealización del pasado. Es decir, se juega con el pasado para recrearlo.
Uno de los exponente más destacados en la música es W. A. Mozart, para quien la actividad creativa es un juego. Huizinga señala que la música es la máxima facultas ludendi.

VII. Siglo XIX

La idea del neoclásico, así como del romanticismo,es una imitación de la Antigüedad.

El juego en la época contemporánea

Nuestra época tiene ciertas contradicciones del espíritu de juego. Ejemplos:
- El deporte hoy en día: Tiene excesiva reglamentación; existe una diferencia entre profesionales y no profesionales (amateur); el deporte ya no es parte de un culto y no está en la esfera de lo sagrado.
- El arte se degrada por la competición. Entender los “-ismos” (dadaismo, cubismo, expresionismo, etc.) se convierte en una competición de a ver quién puede entender lo que estoy expresando.
- La política se vuelve pueril. En la política siempre hay un juego, pues tienen que obedecer los pactos a los que se están comprometiendo. Pero actualmente en la política importa sólo imponer lo que ellos piensan, por lo tanto se les considera aguafiestas, y por esta razón deben ser aniquilados del juego.

Lo serio se convierte en un juego y el juego se convierte en algo serio. Estos dos últimos ejemplos son problemas graves porque entonces, ni es un juego, y ni es totalmente serio. Por lo tanto no se considera en ninguna de las dos categorías. Un juego nunca es ni verdadero, ni bueno. Por eso el límite del juego es la conciencia moral del individuo que lo practica.

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