lunes, 27 de febrero de 2012

24.02 El fundamento material del honor

Bitácora de la octava sesión
Texto revisado: Marvin Harris, «Prefacio», «Prólogo», «La madre vaca» y «El potlatch» en Vacas, cerdos, guerras y brujas, Los enigmas de la cultura, Madrid, Alianza, 1988.

Versión de Guadalupe Estefanía Arenas

Como en todas las clases, se comenzó con la sesión de preguntas. Una de las preguntas fue si la cultura precede a la economía. La respuesta fue que en una sociedad, la economía (es decir, las condiciones materiales) es la que precede a la cultura, según lo propuesto por Harris. Además, la gente justifica ciertas cuestiones que parecen no tener una explicación lógica, sin embargo, el sistema económico es lo más importante en una sociedad, por tanto, a partir de la economía surgen las manifestaciones culturales.

Otra de las interrogantes fue el por qué los occidentales vemos como algo “incoherente” el sistema de sobrevivencia en la India. Esto se debe a que a todo se le ha dado una explicación teórica (teoría, en este caso, es una explicación de un conjunto de hombres sobre su comportamiento) y no una explicación práctica, como lo hace Harris en el texto estudiado. Estas explicaciones  prácticas se refieren a que ciertas creencias, como el amor a las vacas en la India, estén ligadas con la economía de esta región. Si el sistema económico deja de ser funcional, la cultura también lo será.

Y, ¿cómo cambiar el sistema económico? Si la creencia en la sacralidad de las vacas es productiva, entonces no se tiene por qué cambiar el modo de sobrevivencia. El sistema económico, entonces, es la base en la que se funda cualquier tipo de creencia. El sistema de producción depende de los recursos que haya en cada lugar y la organización que se realiza para sobrevivir.

Con este panorama, nos damos cuenta de que Marvin Harris es una especie de marxista  por lo que afirma que son las condiciones materiales las que forman las sociedades y no las ideas.

La clase se desarrolló en tres apartados:

1) Planteamiento del problema
2) Vacas sagradas
3) El Potlatch

Planteamiento del problema

En el principio del texto, Harris comienza hablando de las formas de vida en el mundo. Oriente es algo inescrutable, es decir, que hay una imposibilidad en comprender su estilo de vida. Muestra, además, que las diferentes concepciones del mundo tienen que ver con la relación hombre-hombre-, hombre-naturaleza y hombre-dios(es) y las leyes o normas para poder relacionarse.  Harris muestra a toda esta serie de maneras de ver el mundo como una imprecisión. Para esto, asegura que si alguien cree en algo y explica el por qué cree en lo que cree, no se trata de una argumentación científicamente válida sino de una justificación ante determinado hecho y puede no ser consciente de ello; esto es lo que denomina análisis emic. Este análisis, pues, consiste en preguntar a ciertas tribus por qué tienen ciertas creencias o costumbres. De aquí sólo se tendría una perspectiva desde dentro de la comunidad, pero no puede ser considerada como verídica.

Para conocer la razón por la cual una sociedad se comporta de determinada manera, es necesario ir más allá de lo evidente en el propio objeto de estudio, es decir, la explicación a esto se encuentra en las condiciones económicas y  a esta perspectiva de análisis la denominó etic.

Vacas sagradas

¿Por qué las vacas en India son sagradas?, ¿por qué permiten que anden sueltas en la calle?, ¿por qué no se les puede matar?

Kamadhenu, madre de las vacas.
Las costumbres orientales parecer amar más lo espiritual que lo mundano, por esto son de difícil comprensión para los occidentales.

Harris dice que el anterior planteamiento es equivocado, ya que la sacralidad de las vacas tiene fundamentos vulgares, es decir, económicos. Dichos ordenes económicos en la India son más eficientes que en Occidente.

El autor nos dice que los bueyes son la única herramienta o fuerza que se utiliza para arar la tierra y puede ser una de las pocas propiedades a la que puede aspirar un campesino. En cambio, en Occidente se utiliza un tractor para trabajar la tierra. Entonces a las vacas, como dan origen a los bueyes, es necesario cuidarlas pues significan la fuente de vida y el origen principal de ingresos.

Las vacas occidentales producen alrededor de 10 000 a 20 000 litros de leche al año cada una, en cambio, en la India producen sólo 500 litros por vaca al año; sin embargo, las vacas son productivas no sólo por su leche sino por su boñiga, que se usa como fertilizante de la tierra, como combustible para cocinar alimentos y, combinada con agua, permite tener un piso que se puede barrer fácilmente. También las vacas sirven, naturalmente, para la obtención de carne y cuero, pero en la India, sólo pueden comerla los “indeseables” y estos mismos son los encargados de curtir el cuero y venderlo. A pesar de la devoción que los hindúes le tienen, la vaca se puede convertir en el último de los recursos en los tiempos de crisis o de sequía, pues recurren, en su desesperación, a matarlas y comérselas.

Las vacas en la medida de lo posible no se matan, incluso se evita hacerlo aun cuando estén enfermas, pues siempre hay la esperanza de que se recuperen y de que así puedan tener más crías que sirvan como herramienta para el arado.

El autor se pregunta si los occidentales somos más racionales que los hindúes en el consumo energético y, por varios estudios, se ha llegado a la conclusión de que en la India aprovechan hasta el máximo los beneficios que puedan obtenerse de una vaca, y en Occidente, sólo se les aprovecha “a medias”. Así, se genera más consumo energético en Occidente y en la India menos. Harris dice, por tanto, que el sistema económico de la India es mucho más racional y provechoso que en los países occidentales.

El Potlatch

El Potlatch es el conjunto de fiestas de derroche, de ostentación honorífica para aplastar y subordinar a un rival con el fin de incrementar el reconocimiento y a esta manifestación también puede analizársele a partir del orden económico.

En Nueva Guinea, existe un mito que explica la situación bajo la cual se lleva a cabo un festín análogo al potlatch kwakiutl. Atana era un héroe civilizatorio e iba a dar un gran festín. Para poderlo realizar, se necesitaba trabajo de más para ofrecer regalos a los rivales. Es así como convence a sus familiares y amigos para que le ayuden a obtener gran cantidad de regalos, asegurándoles que se convertirá en el “gran hombre”.

Cuando se daban los regalos en el potlatch, se obtenía el crecimiento del honor y con ello preponderancia política. Según esto, Atana primero tuvo que trabajar mucho, al igual que sus vecinos, familiares y amigos para obtener cierto prestigio. Los jefes que dan potlatch, más tarde, ya no tuvieron que trabajar de más, sino que se dedicaron a convencer a otros de que hicieran el trabajo, es decir, comienza a trabajar menos, hasta que llega el momento en que el jefe máximo de una comunidad no trabaja, sino que los demás hacen el trabajo por él. Cuando se llega a dicho estado, es porque los antepasados del jefe trabajaron de más para aumentar la producción y obtener un excedente. Los jefes del potlatch darán regalos a un rival y éste se verá obligado a devolver el regalo y así, de forma consecutiva.

El modelo económico de estos pueblos fue cambiado al introducir en sus comunidades nuevos productos, por ejemplo, los europeos intercambiaron mantas por pieles en Alaska. De aquí viene la destrucción de bienes, pues su modo de organización ya estaba en crisis. Este “sacrificio inútil” (según la frase de Jean Duvignaud) tiene una razón de ser y es económica, pues hubo un excedente de bienes pero a su vez un descenso en la población y de esta forma quisieron atraer gente a las aldeas vacías, sacrificando ciertas riquezas.

Antes de estos sistemas de redistribución de bienes, existieron los sistemas de reciprocidad. En la reciprocidad, no se lucha por obtener honor ni por resaltar frente a los demás, pero ello tiene del mismo modo una explicación económica. Frente a estos grupos, dar las gracias es una ofensa, pues es una sociedad igualitaria y no se reconoce que alguien sea superior. Si alguien comenzaba destacar, se le ponía un alto porque todo el que destacara podía terminar con su propio ecosistema por sobreexplotación.

Con todo esto, se llegó a la conclusión provisional de que el fundamento del honor es de orden económico, al igual que la cultura, la cual es la que da origen a toda la serie de creencias y visiones sobre el mundo.




Versión de Bárbara López Mondragón

La clase del 24 de febrero inició con una extensa explicación (debido a las constantes preguntas) acerca de la postura de Harris del significado cultural de los mitos y ritos en la cultura india relacionados con la sacralidad de la vacas. Las preguntas giraban en torno a la simplicidad que advierte el autor en la comprensión de la racionalidad de la mitología india.

«¿Dónde deja el autor el misticismo y la espiritualidad de esta cultura?»,  advertía una compañera. El profesor respondía con la misma simplicidad que Harris: pensada la cultura en términos económicos, no hay tal espiritualidad, existe una cierta simultaneidad entre el nacimiento de estas costumbres y las condiciones económicas de subsistencia.

Una parte de la clase versaría sobre esto, así que nos adentramos en la explicación de “la madre vaca”.
Para comprender mejor el texto y al autor, el profesor expuso un par de conceptos del método antropológico de Harris: El enfoque emic investiga cómo piensa la gente local. Las preguntas que guían este tipo de estudio son, por ejemplo, «¿Cómo perciben y categorizan el mundo?», «¿Cuáles son sus normas de comportamiento?», «¿Qué tiene sentido para ellos?», «¿Cómo se imaginan y explican las cosas?». Con este enfoque el antropólogo busca “el punto de vista local” se apoya en la gente local para explicar cosas y para decir si algo es significativo o no.

El enfoque etic (perspectiva del científico) cambia el énfasis de la investigación en categorías, expresiones e interpretaciones locales a las del antropólogo. Reconoce que los actores suelen estar demasiado implicados en lo que hacen como para interpretar sus culturas de modo imparcial. Con esta perspectiva, el etnógrafo le otorga más peso a lo que él o ella (el observador) percibe y considera importante. El antropólogo debe aportar un punto de vista objetivo y global al estudio de otras culturas. No obstante, el antropólogo es un ser humano con sus filtros culturales que impiden la objetividad completa, pero gracias a una preparación adecuada se puede reducir el sesgo del observador.

Planteamiento del problema

Las diferentes concepciones de la relación del hombre con el todo tienen múltiples explicaciones y aparecen ante nuestros ojos como indescifrables. Estas maneras de entender al mundo para la sociedad occidental y actual es –en apariencia– imposible de comprender con una explicación racional fuera del plano mitológico. Aquel que actúa se justifica de determinada manera no siendo este completamente consciente de lo que hace.

El análisis a partir de lo que la sociedad “primitiva” piensa de sí misma (emic), resulta para el estudioso insuficiente para comprender los patrones de comportamiento. Lo correcto es aplicar una perspectiva desde afuera de la comunidad (etic). La persona que cree o mitifica no da una explicación certera pues no conoce las causas completas de sus acciones.

Desde la perspectiva etic, hay que sistematizar las condiciones económicas y sociales para comprender las causas de las creencias. Las explicaciones de la justificación están en función de condiciones de orden práctico. Si nos encontramos en el contexto de la India se advierten las causas de la mitificación, la «vulgaridad» de este sistema demuestra entonces ser mas racional que el occidental.

La madre vaca

La sacralidad de las vacas representa un valor más allá del simbolismo o el misticismo: el estado de miseria y las condiciones sociales en los que se desarrolla la población de la India los llevan a proteger la base de su economía, que en este caso son las vacas. La racionalidad de este sistema se entiende intentando responder a la preguta ¿Por qué la vacas no son utilizadas para alimentar al campesino, aunque este se encuentre muriendo de hambre?

Puntos a favor del respeto a la vaca

Las vacas producen bueyes: el principal sustento del campesino es la siembra. Puesto que el campesino se encuentra en la pobreza no accede a equipo de trabajo moderno o mecanizado, y lo único que le queda es utilizar los tradicionales métodos de siembra. El buey se convierte entonces en su más conveniente ayuda para el arado y es entonces un pilar en la base de su economía. Es así como comprendemos el primer significado de utilidad de la vaca, porque si no hay vacas, no hay bueyes.

Aunque las vacas de la India no producen suficiente leche (apenas unos 500 litros al año) su excremento sirve para fertilizar el campo, cocinar y hasta para la fabricación de pisos más limpios para sus hogares.

La clase de los indeseables en la india puede comer carne de vaca y utilizar el cuero.

En el momento de la sequía la vaca no es aniquilada ya que existe la posibilidad de que los tiempos mejoren y la vaca se recupere.

¿Las sociedades occidentales son más racionales? Las vacas superan su precio en los que comen que en lo que producen en leche o en carne.

El potlatch

Aquellas fiestas que se ven como un derroche de ostentación honorífica para «aplastar» a nuestro rival (Mauss) y que parecen tan incoherentes para nuestras sociedades occidentales tienen también una explicación de orden económico.

¿Por qué a alguien se le ocurriría quemar su propia casa para demostrar su superioridad frente al rival?
En Melanesia y Nueva Guinea hay un mito que dice que el otana es el que se encarga de dar un gran festín. Para dar esta enorme fiesta se dedica a trabajar arduamente o mejor dicho excesivamente. Convence a los demás de que se convertiría en un «gran hombre». Es así como todos los demás miembros del grupo comienzan a trabajar de más.

El rey no trabaja, ya que las generaciones anteriores se han dedicado a trabajar de más para tener un excedente y acumular el honor.



Versión de Acini Aparicio


Materialismo cultural

Se parte de la necesidad de investigar no a partir de la justificación de la actuación desde el sujeto observado (emic), sino observar más allá de lo evidente (etic), por ello Harris apunta la necesidad de sistematizar las condiciones económicas de las sociedades. De esta manera se dejarán de lado las explicaciones espiritualizadas para dar paso a las explicaciones científicas; sin embargo, hay que tomar en cuenta que sigue presente la imposición de categorías occidentales en la investigación.

La madre vaca

Harris demuestra que la sacralidad de las vacas en la India se puede entender por aspectos económicos; es decir, si la vaca es, en la India, el motor de la economía por qué no habría de valorársele tanto. Así, la concepción del mundo hindú hecha por los estudios anteriores a Harris no es inexplicable; sin embargo, si no se consideran las causas materiales de la cultura se seguirá cuestionando el amor hacia las vacas y no se ascenderá a la comprensión del fenómeno. La cultura está influida por las condiciones materiales.

El potlatch

El autor demuestra cómo la organización social está determinada por las condiciones económicas de las poblaciones. La redistribución y la reciprocidad son formas de intercambio que están asociadas con la organización social. Se pasa de la reciprocidad hacia la redistribución, y éstas serían las formas precedentes a la organización social actual, donde la competencia sigue siendo el mecanismo para la obtención de prestigio. Sin embargo, la lucha se da arrebatando la riqueza. El proceso se hace complejo cuando no sólo los dirigentes compiten y se abre el espacio para la competencia entre todas las clases sociales. De este modo puede observarse cómo desde esta perspectiva el fundamento del honor es el económico.

2 comentarios:

  1. A propósito de los lugares comunes acerca de las vacas sagradas, se pueden ver los comentarios al siguiente artículo de la revista «Muy interesante»

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  2. Estoy de acuerdo con las conclusiones ya que este afán de ser más es por que así conviene a las sociedades en el ámbito económico.

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