martes, 28 de febrero de 2012

17.02 Purificar las emociones

Bitácora de la sexta sesión
Texto revisado: Aristóteles, Poética.

Versión de Karina Palillero

El viernes 17 de febrero se analizó el texto de Aristóteles llamado Poética. Esta sesión se inició con la formulación de dudas sobre la lectura. A continuación se enuncian las preguntas y sus respuestas.

Máscaras de la tragedia y la comedia (mosaico romano)
La primera fue referente a la diferenciación que hace Aristóteles entre la poesía y la historia. La respuesta que se dio es que para el autor de la Poética la poesía y la historia no sólo se diferencian por la manera en que están escritas, sino porque “la poesía es más filosófica que la historia” puesto que la historia trata de hechos pasados y de carácter particular mientras que la poesía trata de lo que debería o podría ser y tiene un carácter universal.

A partir de esta duda se presentó otra que consistía en que si el arte poética imita a un ideal. Para contestar se habló de la división de la poética en tragedia y comedia, donde en la primera se muestran a los hombres mejor de lo que son o como debería ser y en la segunda se muestran peor o como no deberían ser, por lo tanto se puede decir que en la poesía se plantean modelos de ser.

Después de esto se dieron los puntos a desarrollar durante la clase, estos fueron:

1. Planteamiento del problema.
2. La imitación.
3. ¿Qué es la poética para Aristóteles?
4. La definición de Aristóteles de la tragedia y su función de purificación de las emociones.

Planteamiento del problema

Las personas tienen la idea de que el dolor y el placer son inmediatos, es decir, que ante un estímulo placentero o doloroso nuestra respuesta es en ese mismo momento como con los animales. Esto puede ser cierto en cuanto se refiere a estímulos meramente físicos o corporales, por ejemplo, el sentir fuego muy cerca de nuestra piel nos produce una reacción dolorosa rápidamente (omitiendo el masoquismo o cosas similares). Sin embargo, en cuanto se refiere a cierto tipo de representaciones artísticas (como en este caso la tragedia) sentimos un dolor que a su vez produce placer.

La primer duda que surge ante esta afirmación es ¿por qué? La hipótesis que se planteó para poder resolver este «porqué» fue que ante una representación artística (utilizando como ejemplo de la actualidad una fotografía en el periódico de un decapitado o en sí toda la nota roja) experimentamos un dolor que nos lleva a sentir placer debido a que nos alejamos de la situación, ponemos cierta distancia y estetizamos lo que en caso de que existiera un vínculo o una aproximación con la persona o situación nos causaría dolor, existiendo así una mediatización de las emociones.

Con lo que podemos concluir que, al ver una tragedia, se da una purificación de las emociones (claro si esta es lo suficientemente buena y está bien estructurada de acuerdo con lo que dice Aristóteles).

La imitación

Para Aristóteles, el imitar es algo connatural desde la infancia en los hombres, puesto que nos ayuda a sobrevivir. Aademás, a partir del imitar adquirimos nuestros primeros conocimientos. La naturaleza nos provee de lo necesario (el sentir placer) para poder llevar a cabo este acto de imitar, resultando así que: si las artes son imitaciones, el arte es el perfeccionamiento de la tendencia natural a imitar, es decir, que el artista es capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias el acto de imitar.

El humano se caracteriza por la razón y por la tendencia a imitar; por lo cual, el arte poética es la forma de imitar más elevada según Aristóteles. Se distinguen estas artes por la manera en que imitan: esto puede ser por una imitación con medios diversos o de un modo diverso o por imitar objetos diversos.

En el último de los casos (la imitación de objetos diversos) tenemos una separación importante entre la tragedia y la comedia, en donde la primera, como se dijo antes, presenta a los hombres mejor de lo que son y la segunda los presenta peores de como son. La poética sirve así como un refuerzo pedagógico de las características que se deben buscar o evitar en el comportamiento de cada uno de los individuos.

La poética según Aristóteles

El tercer punto consiste en responder ¿qué es el arte poética para Aristóteles? Para poder entenderlo se dividió este punto en otro pequeños:

a) El arte como actividad humana opuesta al azar: aunque el artista debe ser dotado, es decir, poseer cierta habilidad o don, también requiere aprender las reglas propias de su oficio. No está, por ende, sometido a la mera «inspiración».

b) Diferencia entre artes cuyo objeto es distinto: Cada tipo de arte necesita habilidades y dones distintos que le permitan desenvolverse adecuadamente según el tipo de arte al que se dediquen puesto que el objeto será distinto.

c) Arte figurativa y arte representativa: esta distinción consiste en el énfasis que se le da a dos preguntas básicas: el qué y el cómo. En cuando se habla del qué se trata de una obra en donde la importancia recae en el objeto o hecho representado; ejemplo de este tipo son los egipcios. Cuando hablamos del cómo sucede un evento que el espectador ya conoce, la importancia recae en el modo de la representación; ejemplo de este tipo de arte son los griegos.

d) El arte como una obra del poeta: para hacer una buena obra de arte Aristóteles establece ciertas normas en donde el peso y la calidad de la obra debe ser del creador.

Para Aristóteles el arte poética debe ser completa, acabada, y bella.

La definición aristotélica de la tragedia

Por último tenemos a la tragedia como medio de purificación de las emociones.

La tragedia es una imitación de una acción esforzada y presenta a los hombre mejores de lo que son, para lograr su efecto trágico utiliza el error, es decir, que hace sufrir al personaje que es bueno y toma las decisiones que le parecen correctas en cada circunstancia; sin embargo, sufre no por vicios sino a consecuencia de la fortuna. Esto provoca en los espectadores compasión y  temor, mientras que en la comedia no experimentamos estos sentimientos, puesto que se utilizan personajes peores de lo que se debe ser y se exaltan las cualidades risibles.

El temor se logra con una semejanza entre el personaje y el espectador y la compasión con el sufrimiento del personaje que no lo merece.

Una tragedia bien ejecutada y con una historia capaz de producir estas emociones, a pesar de causarnos dolor, nos provocará placer porque, como se dijo en el planteamiento del problema, estableceremos cierta distancia entre la situación y nosotros: nos sentiremos mejores con nosotros mismos al ver la desdicha de otros que al parecer eran mejores que nosotros. La tragedia purifica nuestras emociones gracias a la mediatización que nos lleva a soportar el dolor obteniendo placer.

1 comentario:

  1. La purificación a la que se refiere el texto también es llamada catarsis y esta se da en dos sentidos:
    1. En el medico: Para sanar el cuerpo.
    2. Religioso: Ritual de paso, se da en paso de deja de ser una cosa para convertirse en otra.

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