lunes, 5 de marzo de 2012

22.02 Las dádivas y el crédito

Bitácora de la séptima sesión
Texto revisado: Marcel Mauss, Ensayo sobre los dones, Intr. I y II

Versión de Magaly Alcántara

La clase del día miércoles 22 de febrero estaría estructurada de la siguiente manera. Como primer punto se haría el planteamiento del problema, contextualizando y ahondando en el Ensayo sobre el don de Marcel Mauss nuestro objeto de estudio, buscando resaltar los elementos que nos remitan al tema de la competición como un elemento forjador dentro de la cultura. El segundo punto sería analizar hacia dónde va orientado el acto de dar y recibir, ver sus implicaciones y efectos dentro de una sociedad. El último punto sería para revisar cómo, dentro de la ceremonia del Potlach, se da un intercambio de obsequios a cambio de prestigio y reconocimiento del otro.

Para empezar a explicar el primer punto sería necesario abordar el concepto y los antecedentes del intercambio según Karl Marx, quien menciona que la circulación simple de las mercancías (M-D-M) es la forma natural y precapitalista del intercambio. Mauss propone que tal forma nunca se ha dado. Aquí el profesor nos mencionaría que casi siempre nos remitiríamos a la idea de que las sociedades que no habían consolidado el uso del dinero como forma de intercambio universal mantenían un sistema organizado bajo el trueque, pero Mauss apelaría contra esta idea y trata de demostrarnos el hecho de que las sociedades jamás han tenido un intercambio de mercancías por mercancías (M-M). Entonces, ¿cómo se daría el intercambio de valores de uso?

Marcel Mauss menciona que, para lograr la abstracción del dinero como forma de cambio, dentro de las sociedades se tuvo que pasar por tres fases: la primera de estas formas de intercambio sería por objetos que tuvieran una connotación mágica; la segunda fase es por instrumentos mediadores como en el caso del Potlach y  el tercer tipo de «moneda» sería ya un intercambio de tipo impersonal, sólo posible en un momento en el que la sociedad ya haya logrado un cierto desarrollo. Dentro de estos tres tipos de moneda podemos distinguir ciertos aspectos, como que el primer y el segundo tipo de «moneda» son instrumentos de intercambio colectivo, esto es, un sistema de prestaciones totales donde la persona está en proporción a la sociedad a la cual pertenece. Las mercancías no son en ellas percibidas como algo muerto,  por lo que estas dos formas de «moneda» tienen propiedades animistas. Mauricio preguntó, al respecto, lo siguiente: ¿qué le daba el valor al objeto mágico? Tratar de ver lo mágico dentro del objeto resultó difícil para nuestra percepción, ya que en nuestras explicaciones estábamos presuponiendo una idea de precio. Esta cuestión nos llevaría a explicar el segundo punto de la clase.

Se empezó explicando que en estas sociedades los objetos son poseedores de un espíritu. Cuando alguien recibe una dádiva, tiene la obligación de corresponder con otro obsequio. El objeto o conjunto de objetos que fueron regalados poseen un espíritu, que debe ser devuelto nuevamente. Dentro de la concepción de los melanesios, los objetos propios reciben el nombre de tonga y los ajenos uloa y estos dos son poseedores de hau que es el espíritu del objeto. Un objeto que me ha sido entregado solo podrá ser uloa hasta que yo devuelva el hau en otro objeto. Este acto se resume en un esquema de dar-recibir-regresar. Esto implica, entre otras cosas, que este tipo de intercambio es una especie de sistema de crédito y una forma simbólica de someter a otra persona o pueblo, haciéndoles «pagar el favor».

El Potlatch es una ceremonia que se rige también bajo el formato de dar-recibir-regresar. El anfitrión desea demostrar al invitado que, debido a su enorme riqueza, puede permitirse regalarle muchas de sus posesiones. Después los roles serían invertidos y el invitado que recibió Potlatch tendría que devolver el potlatch a su anfitrión, pero con la intención de superar el don recibido. Aquí existe una clara búsqueda por el honor, pero ¿cuál es el fundamento del honor en estas comunidades? Se puede observar que hay una dimanación mágica, que no es consecuencia de los dioses, sino una consecuencia del intercambio colectivo (dones), ya que sin la búsqueda afanosa de este honor no sería posible mantener la economía. Si alguna de estas comunidades perdiese su honor, perdería –por así decir– su «línea de crédito».

1 comentario:

  1. Sin el honor no se puede mantener la economía de los pueblos que practican el Potlatch.
    El honor consiste en que las personas siempre quieren estar por encima de los demás.

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